miércoles, 27 de abril de 2016

Experimento numero cuatro

Cabezas corren por mi cama como orugas sobre las hojas de un choclo. Los dientes amarillos sostienen los pelos, la saliva moja el ADN. Colas que corren sobre el omóplato atado a la lana vacía. Azules que vuelan y crecen y mueren y aúllan, sombras drásticas amarillas, silencios posteriores al silencio. Una gota cae sobre la superficie del wáter, como una lagrima blanca sobre una mano, cualquier mano, cualquier lágrima. Trece vasos sobre una nube café, y el café que agita la leche blanca. Setenta y tres huesos bajo mi almohada violeta, dura, fría, violenta, hielo blanco que cruje, se derrite como mi carne, se derrite la vida y el mundo que cae en mi bolsillo con cinco o seis letras de colores tristes.

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