miércoles, 27 de abril de 2016

Hambre

ahi donde faltas tu
al lado derecho
de la cama
yo me recuesto
con la boca abierta
y escucho tu verbo
hablarle a mi boca
se escuchan también
los latidos 
de mi estomago
porque a tu lado
escucho el crujir
de mil soles hambrientos
Escucho los vidrios rotos
el sonido de la lluvia
mis pasos en el suelo
el lápiz moviéndose
el cepillo de dientes
el encendedor
y veo al mundo
a través de tus costillas
Las muerdo
y siento mi final cerca
las sombras crecen
Las tinieblas bailan
en ecos circulares
hasta desvanecerse
en manchas de colores
como aceite en el piso
o acuarela en el papel

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