miércoles, 27 de febrero de 2013

ghrá


un hombre dormía en un bosque seco, su dulzura fue interrumpida por unos pasos fogosos, era una mujer de vestido blanco, casi traslucido, el hombre se levantó casi al instante para apreciar aquella gran obra, el hombre siguió por todo el camino espinoso, observando de lejos como acariciaban sus pies al suelo. La mujer quería cruzar el rio, miro al hombre con ojos sensuales y dominantes, el hombre con temor la tomo por la espalda, despacio, como si se tratase de una flor, puso sus pies en el rio, él la sostenía y con piedad le remojo la espalda, las piernas y su sexo, la corriente era fría, lo empujaba con fuerza, logro salir, y, sin un descanso, la mujer solo caminó. el hombre con indignación tomo una piedra, le golpeo el rostro, la sangre esparcida en las hojas secas se secaba lentamente, el cuerpo callo duramente al suelo, él la tomo y la beso, la abrazo y con una sonrisa torcida le dio el golpe final, una y otra vez continuo golpeando, no se podía detener, hasta que solo quedo un vestido rojo con un cuerpo muerto y una cabeza destrozada, el hombre sin remordimiento por una vez, se sintió feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario