Los Primeros Enamorados

nadie sabe la importancia de quitarse los zapatos, pero no quitárselos a la rápida como acostumbran  hacer los jóvenes, quitárselos despacio, desabrochando el cordón con cariño y cuidado, con amabilidad y tiempo. quitarse los zapatos no es un trabajo con beneficio personal, por que solo la muñeca y el tobillo saben la importancia de quitarse los zapatos, ellos se aman, en secreto, nadie lo sabe, solo los zapatos y los tobillos y las muñecas, ellos solo se encuentran en la noche y en la mañana, o cuando la persona en donde habitan la muñeca y el tobillo se levanta o se acuesta, ellos, en ese instante, se saludan, se despiden, se lanzan besos, se miran coqueteando y se sonrojan, ambos siempre están cansados y siempre están separados, nadie sabe darle tiempo a sus muñecas y a sus tobillos. ellos también saben la importancia de verse cuando alguien llora en cuclillas, y también lo lindo que es tocarse,ellos son un amor pasajero, por que cuando llega una muñeca desconocida y tibia que los abriga, y los toca despacio, dejan de amarse, dejan de amarse al mismo tiempo en que los tobillos caminan con otros tobillos al mismo ritmo, como si fuera música, en fin, los tobillos y las muñecas son los primeros enamorados del cuerpo y es un derecho que nadie les quitará.