sábado, 26 de mayo de 2012

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tomo el instrumentos que hace palpitar al musculo de mi pecho, un instrumento de dos ruedas un manubrio y un alma, me subo a ella y comienzo el viaje que parece eterno ante el sol admirado por mi libertad, veo los ojos llorosos y grises de la gente que camina por las calles de puente alto, tan apresurada, tan simple, tan hermosa. sus lagrimas se mezclan con el viento y se alejan hasta el eterno horizonte, mi bicicleta va con mas libertad ahora, algo me detiene, es una sonrisa, una sonrisa feliz y a la vez triste, libre, de niño

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