domingo, 25 de septiembre de 2016

Hipocampo

Hipocampos de colores
caen en humedales
Trinan y bailan
Entonces veo lo siguiente:
37 estrellas como lunares
en un manto oscuro
Un zapatito que sube y baja
del cual pende un cordón café
Tu labios sin pintar
siendo apuñalados por tus dientes
Las olas tronando en la taza
disolviendo a saturno
8 letras inconexas
N U P E I C Ó R
Tus soles caen en mi boca
y gloriosamente la imágenes acaban
Ahora queda la plenitud enraizada
en mi hipocampo hecho un humedal

Melodías numéricas

Las olas penetran mis pulmones
como enviando señales cósmicas
Entre las estrellas de los edificios,
a través del concreto,
del aire volcánico que recorre este cielo,
Esta negrura incandescente que gobierna
tronando con truenos triangulares
protectores de tu piel blanca,
Un sonido estruendoso que rompe
como una ola en la arena,
esparciendo tus grumos
en este sol de miel,
Y es la bruma densa
quien derrama mis esporas
que llegan a invadir
como luces diminutas
tu almohada en la noche,
Dejando las melodías numéricas
extraídas de los ríos transparentes
que cruzan el cielo
solo para verte florecer

Roma

las loables sombras
se acongojan en la distancia
llagan al silencio
en mis raíces
y los estupores naranjas
caminan aferrados a la luz
como polillas mirando
desde abajo el fuego
y más abajo todavía                        
espero en la oscuridad
el aroma que sale
de tus palabras
de los dientes que observo
como cuencas de luna llena
me doy cuenta
con una fatal alegría
que todos los puzles
todas las líneas y estrellas
y mundos y colores
y animales y sexo
y frutas y nubes
me llevan a tus venas amarillas
que cruzo y recorro
de punta a punta
hasta deshacerme
en alfileres diminutos

Verbo plastico

¿no ves la muerte
Cuando te miras al espejo
Como un rio desembocando
en tu miserable existencia?
Yo la veo en tu rostro
La huelo a lo lejos y
me quedo sediento de pena
Entonces me inundo los pulmones
de ríos azules
Hasta ahogar esta empatía humana
que anda rasposa
por la tierra negra
No siento piedad
por los cuerpos
ni por las lapidas estruendosas
que bailan y gritan y lloran
comen nubes
cuentan montañas
en la cadena evolutiva
de los arcángeles
invenciones del mundo
como identidades falsas
en tu dolor falso
en tu llanto y odio artificiales
tu verbo de plástico
es una escultura de bronce

puesta en el desierto
¿Oyes las campanas?
Son los latidos
de mis botas en el cielo
hablándote en clave morse
de los elementos cósmicos
de la antimateria
con la que dibujo
el paraíso
en tu cadáver

Melancolía imaginaria

Me subo al tren de las 10 para ir a trabajar. Me acuerdo de tus piernas sobre las mías, antes que te durmieras por los pitos del verano. Me veo envuelto en una melancolía de infancia, como cuando veía los capítulos de la cuarta temporada de 31 minutos, luego de muchos años de estar fuera de emisión. Me aprendí las canciones, igual que cuando chico; me se los datos raros, los nombres de los que ponían las voces y hasta de los detalles de cada títere.
Me acuerdo también de tus dulces favoritos.
Nunca deje de escuchar las canciones de 31 minutos.

Me miro las manos, estáticas, tiesas, de mármol gris, "y yo sé que si logro ser fiel a mi sueño ideal..." Tulio, Junín y Bodoque cantaron esa canción, homenajeando al quijote. Unos diez años más adelante me leí el quijote, en la universidad. Tú no leíste el quijote, pero te gustaba que hablara de él. Ahora, como Anacleto, me voy al campo, al mágico campo ilusorio que está en este rincón de mi pieza. Porque ni 31 minutos ni tu van a volver, y sin eso ya no me sirve el aire. 

Esporas

Hablemos de la inmortalidad
de cangrejos y submarinos
de visiones subacuáticas
o de criaturas mágicas
Eso pensaba
cuando me di cuenta que
ella observaba el verbo
saliendo de mi garganta
como esporas estelares
sobre un mar de nieve
La bruma de pasta de dientes
la neblina post ducha
los almuerzos de Braking Bad
el dolor por cada centímetro
entre su respiro y mi respiro
eran un solsticio de primavera dulce
amasada con adverbios brillantes
Entonces sus hojas eran el cielo
y yo sangraba en sus sabanas
las gotas de rocío
que calcinaban su pena
Que sabe ella de belleza
si no se ha visto con mis poros
con esos miles de ojos
que perciben sus átomos
porque ni las soledades volcánicas
harían danzar sus vocales
en ese abismo
Allá arriba de las nubes
la lluvia espera
caer en mi sien
mi indiferencia acuosa
es una montaña nevada
en medio de mi bolsillo,
como si la pantalla
fuera más absorbente
que las toallas nova
o que el amor por uno mismo
una indiferencia casi fatalista
vacía
entonces pasaran las horas rápido
hasta que mi atmosfera se mezcle con la tuya

Prisma

dime con que potencia
debo pensarte
para traerte aquí
y fulminarte con mis ojos
brillosos con tu luz
deshacerte en átomos
absorberte en coros
azules con olor a lluvia
o dime como
puedo hacerme aire
entrar por tus pulmones
hacerme uno con tu sangre
con tus químicos
con tus moretones
con tus ovarios
con tus sombras
transmutarme
hasta tu adn
y guardarme desde aquí
como hielo en el refri
o como el prisma
que cuelga en tu ventana

Pozo

quiero hundirte
llevarte a las profundidades
de la tierra
rebajarte en mi poso oscuro
tomarte de los pies y arrastrarte
hasta el abismo
rodear con una negrura exuberante
la alegría que se te ve en rostro
déjame mostrarte el vacío
el infierno y la miseria
apegarte a mis sombras
cortarte las alas
asfixiarte los sueños
despojarte de mi amor
que el frío se te cuele
que entre por tus orificios
recorreré como hielo seco
las calles cerradas
de tu cerebro gravitante
quiero ser la bestia
que rompa tu espíritu
abrazar tu alma
y metérmela en los ojos
como vidrios rotos
quiero ahogarme con tu pena
fumarte el pelo
asquearme de tu aroma
abrirte el pecho
y escupir en tu interior
voy a roerte
hasta que caigas rendida
ante mis tinieblas

viernes, 22 de julio de 2016

Luces 2

Te propongo que
nos apuñalemos el pecho
que nos quitemos el aire
nadando bajo el mar
carguemos las cuerdas
y disparemos al unísono
directo a la sien o a la garganta
mientras nos damos un beso
en la nebulosa orión
saltemos del costanera
abrazaditos, como fusionados
y nos reímos de los weones
que creen en el amor eterno
el nuestro no es eterno
caduca en unas
52142,9 semanas
si te parece, claro
si no, me voy más lejos
y más infinito
que Buzz Lightyear

Luces

Cuantas palabras bastan
Para absorberte el alma
Guardarla en la carótida
Verla todas las noches
O pensar
Aun en el fondo del fango
En como tocarte
Libidinar tu cosmos
Y hacerlo añicos
Explotarte como estrella
Y hacer de tu nebulosa
Otra constelación
Como armándote
Desde tu versión hecha polvo

Experimento numero cinco (Sangrante al sol)

Siento el peso de los muertos y huelo la sangre del indio. Recorro el metro y veo sus cadáveres hechos polvo, se me incrustan en la piel como vidrio molido, y veo esta europeización sangrante, envuelta de tinieblas por un ideal imperialista inexistente, burdo, imposible de llevar sobre los hombros de los miles que no ven la sangre del asfalto. Me da asco Santiago y su ceguera, me da asco la moneda blanca y brillante al sol, que con los ojos cerrados gobierna las cenizas de su destrucción, porque esta ciudad se creó sobre cenizas, sobre cadáveres. Sube por la cumbre mi chile triste, mi gente triste y el llanto indio que me quema, te veo a ti espíritu de la tierra, herida de amor hecha montañas. El cerro la ballena es un grito de pena de mi pueblo extinto. Olvídate de Europa y mírate al espejo, porque en tu sangre corre la sangre pura de la cordillera, la nieve que se te espesa en los pulmones, la respiración y la palabra muerta que te cala las vértebras. Las nebulosas son el corazón de mi patria sucia, los corazones de las fronteras inventadas, del mar indómito que es el mismo mar de sangre que me dejó Santiago en su aurora azulada. Y este valle de flores bordado no son más que los huesos roídos y florecidos de mi pueblo muerto. Acuchíllate santiaguino y vuélvete la muerte de los ríos, de mi prado, de mi tierra del fuego que me canta en idiomas inentendibles para el pecho de piedra que destruyó esta real américa, esta américa verde y dividida, la selva brillante y espesa. Álzate como fénix al sol y vuélvete serpiente con alas y te ruego piedad, por esta ceguera que me consume, que me hace sangrar lagrimas desde la frente hasta las raíces, sálvame de esta pena y de esta sangre seca que aúlla mi sueño. El tiempo no existe en este valle de lágrimas, ni en estas cabezas gachas que lo miran todo, ¿es que acaso no ves mi llanto ni escuchas mis gritos de dolor al verme caminar?
¿No ves acaso las manos que te tocan los pies? Tu ignorancia es la sordera de tu c h i, tu roja estrella de nieve no es más que el disfraz de américa del norte. Te vomitaría las entrañas en honor a tu vida, y ni las monedas de cien pesos te hacen justicia. Perdóname sangre inca por olvidarte, perdóname selk'nam por hacer de tu existencia un zoológico humano que se exhibe en el metro, tus líneas dibujadas son mi manto estrellado, y mi cuerpo no es más que la pena dejada en estas rocas por tu llanto pescador.

Esta herida abierta es la misma que le abrieron a mi tierra, si no me cobras el aire seguiré respirando odio, seguiré oliendo la pena del Maipo, de las islas del sur, de la mercancía rapa nui, no me mires gringuito lindo que tu perfume de turista me da arcadas. Te sacrificaría a los dioses para mostrarte la compasión que siento por ti. No le tomes fotos a mi cielo, ni a mis nubes, te regalo los monumentos falsos, los héroes podridos de la patria, de esta patria muerta, de este cuarto de patria que se queda en los fosos comunes, no te mereces nada mi chile chile lindo, lindo como el agua sucia del Mapocho. 

Alma en ataque

"Clap clap"
las luces se apagan
Entonces te sumerges en tus sombras
Las tinieblas te atan a nudos firmes la conciencia
Me rio en tu cara mientras me abro el abdomen
¿Ves mis tripas?
Mis sombras son más rojas que esto
La viscosidad es un delirio más en este bosque
“Clap clap”
En este escenario hambriento
Buscas en mí los aplausos
Perdí mis manos en una batalla
Ahora son de cal
No trates de atravesar este mar de público
Tus núcleos son la fuerza de mis violaciones
Olvídate de este sueño
Del delirio andante en que se vuelve mi sombra
Soy el contraste de la vida hecha pedazos
La esperanza esta hambrienta de ti
Y te elevas hacia el barro
Más cerca de los volcanes
Y te vuelves erupción de saliva
Toca mis sombras y húndete en este infierno
Porque mi mirada es el sol
Que sabes tú de querer si mis mares no te tocan
Tú eres el monte
Una escarpada rocosa llena de ríos
Mis cosas no te atravesarían ni en dos apocalipsis
Escupiría sobre tus muertos
Sobre los que te dieron la palabra
El verbo
El cielo no debería ser tu refugio
Ni las estrellas tu vista de noche
Deberías tener mi vomito en tus huesos
Debería leer en braille tus costillas y romperlas a golpes
Solo ahí
En ese instante
Me proclamarías tu dios
Y me pedirías piedad
Te la negaría mil veces
Hasta verte despojada de toda tu piel
Quiero ver arrancártela a mordiscos
antes de pensar en mi nombre
Quítate las silabas de la lengua
Y almuerza mil alfileres
“Clap clap”

miércoles, 15 de junio de 2016

Sugerencia

ya pues
tomemos tecito
después nos vamos
allá lejos en el espacio
y bailamos en las nebulosas
como acuarelas de colores
te propongo hundirte
en mi pecho
en las nubes blancas
en las sabanas naranjas
te prometo
un universo nuevo
te lo pinto con lunares
sobre tu piel
te propongo lagos morados
en el cuello
pero tomemos un tecito
porque sin ti
no tiene gracia

Costa

desde aquí escucho
la lluvia del atlántico
como cuchillas venenosas
rasgando mis tímpanos
veo mantarrayas
en estas tinieblas profundas
un orificio volcánico
burbujeando mis ojos
o un coral reluciente
en medio de mi ies
me recostare
en tu fondo marino
aunque los peces no brillen
iluminaras estas sombras
como cuando prendes
la luz de la pieza
nos hundiremos bajo
las placas tectónicas
estaremos arrullados
como dos conejos
en el centro de la tierra

martes, 17 de mayo de 2016

Avellaneda

estoy en una cumbre milenaria
rodeado de muros roídos
de un suelo mohoso
aquí desde lo alto
puedo proclamar
quinientos insultos blasfemos
hacia la tierra baldía
que me vio nacer
Pero prefiero
bailar sobre el sol
cantarle a las raíces
y gritarle a mi mamá
que se pudra
que vuelen a otro sitio
que lloriqueen por otro juguete
entonces volver a tu centro
a tus adentros
a tu carótida
o a tu aorta
y acurrucarme
en tu carne

Sinfonía de cama

puedo ser los caracoles
de tus caracoquesos
o el moretón de tu entrepierna
a cambio  tu podrías
ser el azúcar de mi te
la luz de mi mouse
o de mi escritorio
sería como un acuerdo
entre tu mundo
y mi mundo
una especie de tregua
entre dos titanes
que luchan con fuerza
entre escalas de
la rosa cromática
y telas rasgadas
en violines rápidos
en pianos fuertes
en clavicordios violentos
como una sinfonía de cama
compuesta por
tu llave de sol
y mi llave de fa

Rendición

Tu estai como pa mí
dijo desde
la más alta
planicie litoral
Su voz era
un grito marino
un estruendo
de poeta pescador
Te brillaban los ojos
como la arena
y los dedos se vestían
de rallos solares
Me curé de espanto
Caí de rodillas
Unté mi frente
en los granos dorados
Pedí perdón
bese la tierra
Dije tres ave maría
Y la clame mi diosa

miércoles, 11 de mayo de 2016

Deciduos

Eran cuatro hileras de ángeles apuntando con la mirada hacia mis pies. Yo tenía miedo, Mucho miedo. No podía hablar, tampoco quería hacerlo, pero la intriga era más grande. Esa sensación de vacío en la guata, con la piel de gallina. Caía entonces en un túnel largo, oscuro, con una luz al final que iba creciendo con los metros de distancia que recorría. Al salir del túnel caí con fuerza sobre un mar de dientes. Me revolví en los dientes intentando salir. Mi cuerpo caía hacia el fondo, como anclado hacia abajo, o como si me estuvieran absorbiendo con el peso de cuatro elefantes. La oscuridad se expandía entre el marfil frio del mar. Cuando perdí todo el aire, desperté. Mi almohada era una mopa de sudor frio y mi mano derecha estaba apretando con fuerza el diente que se me cayó en la mañana jugando en el resfalin. El hada de los dientes no había pasado.  

Nimbostratus

Caes
como una hoja
de otoño
sobre nubes
de caramelo
nubes verdes
(porque no te
gusta el rosado)
entonces yo me elevo
a la velocidad de
mil pelusas
de plátano oriental
para verte de cerca
rodeada de
brillos dulces y
de nubes verdes
Miras desde el fondo
de los nimbos
Con las mirada nebulosa
blanca
resplandeciente
No observas nada
Respiras y sale fuego
de tus intestinos
crecen frutas dulces
yo en cambio
me vacío de hambre
y me lleno de asco
como si la comida
fuera la cúspide disímil
de trece letras
revueltas en el aire

miércoles, 27 de abril de 2016

Hambre

ahi donde faltas tu
al lado derecho
de la cama
yo me recuesto
con la boca abierta
y escucho tu verbo
hablarle a mi boca
se escuchan también
los latidos 
de mi estomago
porque a tu lado
escucho el crujir
de mil soles hambrientos
Escucho los vidrios rotos
el sonido de la lluvia
mis pasos en el suelo
el lápiz moviéndose
el cepillo de dientes
el encendedor
y veo al mundo
a través de tus costillas
Las muerdo
y siento mi final cerca
las sombras crecen
Las tinieblas bailan
en ecos circulares
hasta desvanecerse
en manchas de colores
como aceite en el piso
o acuarela en el papel

Experimento numero cuatro

Cabezas corren por mi cama como orugas sobre las hojas de un choclo. Los dientes amarillos sostienen los pelos, la saliva moja el ADN. Colas que corren sobre el omóplato atado a la lana vacía. Azules que vuelan y crecen y mueren y aúllan, sombras drásticas amarillas, silencios posteriores al silencio. Una gota cae sobre la superficie del wáter, como una lagrima blanca sobre una mano, cualquier mano, cualquier lágrima. Trece vasos sobre una nube café, y el café que agita la leche blanca. Setenta y tres huesos bajo mi almohada violeta, dura, fría, violenta, hielo blanco que cruje, se derrite como mi carne, se derrite la vida y el mundo que cae en mi bolsillo con cinco o seis letras de colores tristes.

Piedra

La espalda parece infinita
bajo las sabanas azules
El marco que va
desde tu cintura a tu cuello
contiene algunos
cuerpos celestes

14 en total

Solo en tu contorno
ese que rosa mis sabanas
Y con la potencia
de una enana blanca
agarraste mi brazo
No lo soltaste
e inquieta te revolviste
en la superficie de mi colchón
Rodando
Rotando
Posicionándote de diferente forma
Como un pez en una red
Como una mosca entre las cortinas
Entonces mi humo
Hizo la bruma salada
del mar que se esparcía
en lo hondo del crepúsculo
Mientras tu mirabas el techo
Y yo miraba tu mentón
A plena luz del día

Tropical

La cabeza era un coro
de ruidos como ecos
Caí de rodillas
el mundo tiritaba
Mire al cielo y a su luna eléctrica
las polillas con calma la rosaban
le daban besos a la ampolleta
le susurraban cosas
yo escuchaba esas cosas
Sentía el asco
El revoloteo en mi garganta
Y entonces
Las mariposas se volvieron bilis
Quede desnuda
Vacía
Casi muerta
El agua entonces
pasó hacia el infinito
Al pozo profundo de mi cuello y de mi abdomen
y todo terminaba
Sin principio el mundo terminaba
y yo estaba sola
Más abajo que el suelo marino
y ahí no había luz
y el mundo seguía temblando
Cerré los ojos
las vibraciones eran bruscas
un terremoto bajo mis parpados
y ahí mismo en las tinieblas
el mundo acabó

Sakarina

Le haría el amor
a pura tinta,
a puros caracteres diminutos
En comic san ms
En times new roman
En negrita y cursiva
le diría
con sonidos de lluvia
que adoro su rubor
después del orgasmo
cuando nuestros olores
Se mezclan y se hacen uno
Como el arroz y sus condimentos
Le diría
a la velocidad de las piedras
la cantidad de endorfinas
Que libera mi cuerpo
Cuando le robo besos
Le haría el pont des arts
O la torre entel
A base de palitos chinos
Y cola fría
Para conmemorar
Su existencia
En mi existencia
Para hacerme desvanecer
Dentro de sus neuronas

Ciegamente

Voy a aprender braille
para leerte los poros
Así te aprendo a oscuras
entre las sabanas
escuchando
las invisibles
gotas de lluvia

Manifiesto

¿Cachai cómo se siente
cuando te comes
el primer dulce del día?
Algo así se siente
cuando me miras de frente
con esos ojos
con pintas azules
y llenos de café
como las tazas en invierno
o las hojas en otoño

lunes, 1 de febrero de 2016

Amor a primera vista (es un título de broma)

Usted
La que tiene las uñas
Azules
La que se está comiendo
Un Chocman
Míreme
Incline su cabeza hacia mi
Dígame que me quiere
Yo le doy a cambio
2 pesos
4 bolones verde agua
11 besos
35 parche curitas
18 barcos flotantes
1 vida
La mía, claro
No me mire así
Yo sé que el amor
A primera vista existe
No se haga la pava
Que yo haría arder
Hasta al papa francisco

Si usted me lo pide

Soltar

No voy a estar
Ni en tus monedas
De diez pesos
Ni en los tabletones
Ni en el raco de puente
No voy a estar por que
No me interesa
Y aunque
Te golpee la cara
No podrías divisarme
Ni siquiera
A dos milímetros de distancia
No insistas
No estoy
No voy a estar
Golpee otra puerta
Se lo pido
Golpee otra cama
Por que
Mis sabanas son otras
Unas azules
Que compre en la feria
Distintas a las
Que atrapaban tu pelo
Ahora exhalo humo

Y todo vuelve a andar 

Estrella

Entre tu cielo y el mío
Existe aproximadamente
Trecemilquinientassetenta
Estrellas diminutas
Debido a la distancia
Entre la tierra y su luz
yo las cuento
Como si las saltara
Para alcanzarte

Lo hago
A plena luz del día
Debe ser por eso
Que no me resulta
De todos modos
Voy a intentarlo
Otras setenta veces
A lo mejor un día
Voy a viajar
Mediante la luz del sol
En medio de sus colores
Invisibles para el ojo humano
Y voy a tocarte el hombro
Para devolverme
Con la mano bendecida

Por el olor de tu cuerpo

jueves, 14 de enero de 2016

Omnipresente

Yo soy la tapita de yogur que tienes en el bolso
esa que nunca botas
esa que permanece por falta de memoria
o por cariño a la nostalgia
Soy también el boleto de la micro
donde salen dos escolares de la mano
cruzando una calle invisible
en medio de tu bolsillo izquierdo
en la parte posterior de tu pantalón
Soy todo aquello insignificante
que tuvo significado
en tu bolsillo o en tu basura
y que ahora buscas
como una ultima sinfonía
de lo que significo tu nombre
en medio de mis iniciales

  

domingo, 3 de enero de 2016

Piedra

La espalda parece infinita
bajo las sabanas azules
El marco que va
desde tu cintura a tu cuello
contiene algunos
cuerpos celestes

14 en total


Solo en tu contorno
ese que rosa mis sabanas
Y con la potencia
de una enana blanca
agarraste mi brazo
No lo soltaste
e inquieta te revolviste
en la superficie de mi colchón
Rodando
Rotando
Posicionándote de diferente forma
Como un pez en una red
Como una mosca entre las cortinas
Entonces mi humo
Hizo la bruma salada
del mar que se esparcía
en lo hondo del crepúsculo
Mientras tú mirabas el techo
Y yo miraba tu mentón

A plena luz del día