miércoles, 18 de noviembre de 2015

Oda a mi Tata

no logro entender a mi abuelo
y es que sus manías
su soledad
su fuerza constructora
su autosuficiencia
son suficientes
para dejarme pasmado
mi abuelo es valiente
más de lo que pudieras imaginar
más de lo que el mismo puede ver
el no abusa de su valentía
ni de su amor profundo
ni de su silueta grande
mi abuelo tiene manos grandes
manos trabajadoras
mi abuelo es capaz
de reconstruir la capsula apolo
solo con los conocimientos
de la Mecánica Popular
mi abuelo
disfruta de cosas simples
le gusta tomar te
jugar con su perrita
caminar
contar escalones
y yo espero
algún día
ser tan grande
y pulento
como

el

Ocurrencias extrañas un día de lluvia en Santiago (los títulos largos son divertidos)

Bajo la lluvia se produce el fenómeno de la poca visibilidad, donde vas perdiendo la vista a medida que la lluvia te va mojando, entonces todo el universo se ve de forma extraña, las luces comienzan a fundirse con el asfalto, y pierdes completa percepción de las estrellas. Los sonidos se vuelven un chirrido constante, se funden con el tic tac confuso de las gotas de lluvia. Los relojes se detienen, el viento atraviesa tus partículas, tus pies dan pasos y no te das cuenta, entonces el fenómeno de la poca visibilidad se convierte en otra cosa, te vuelves uno con la lluvia, cierras los ojos y te vuelves una poza de agua o un barco de papel, o una mancha de aceite multicolor.

Reloj

no tenemos la misma hora
si la tuviéramos
yo dejaría de llegar antes
y tu dejarías de llegar después
cuantos minutos son
de diferencia entre mi planeta
y tu galaxia
quizás
de no ser por esa diferencia
llegaríamos juntos y a tiempo
esos dos minutos
son toda una vida
de años luz

en esta oscuridad

Imagenes

que confuso es caminar en espiral y hacia afuera y hacia arriba, llegar al límite, llegar al sol, como Ícaro, sin alas, solo avanzando sin detenerse, caminar, caminar, caminar en círculos, rodear los muros dimensionales, sobresaltar las fechas históricas, acariciar el muro de Berlín y ver desde lo alto como se derrumba, como lo derrumban, como te derrumbas.
caminar, caminar, caminar hacia arriba y hacia adelante, con una curvatura de 14°, caminar sin latitud ni longitud, subir hasta fuera de la galaxia, encontrarse con otro sol, mas naranjo, más grande, mas ardiente, ver explotar estrellas, jugar en las puertas de tannhauser, caminar, caminar caminar, llegar al barranco, y dejarse caer.

que confuso es vivir, que confuso el pasado, el presente, hace 40 segundos no pensé en escribir nada, antes de eso pensé en escribirte, hace 2 años no sabía de tu existencia, ahora te veo azul, a lo lejos, en nebulosas de colores, siendo una galaxia de ojos negros mirando mi ojos rojos, viendo mi sonrisa imberbe, sonriendo, riendo, riendo riendo, y yo avanzo y no sé dónde voy, y no sé dónde llegar, y no sé qué hacer y Radiohead y la vida, y la droga y mis cigarros y mis dulces de naranja, y caer al vacío luego de caer al vacío, y dormir para soñar y no levantarse para soñar y estar aquí, siendo polvo, siendo un hoyo negro, tomando vino en doctor Moore, caminar caminar y beber, perder la cabeza, perder horas, perder nada, y dejar de escribir de repente, sin final, sin explicaciones, sin titubeos, simplemente dejar de escribir, dejar de 

La lluvia no se detiene

Los tiempos de lluvia cesaron en Santiago, pero eso no impidió que llovieran otro tipo de cosas, Don Mario, por ejemplo, no pudo explicar cómo fue que le llovieron 2 kilos de uvas, y es que el Roberto las había esquivado cuando se las tiro su señora por hacer un chiste sobre su embarazo. A mil cuatrocientos años luz de la tierra, comenzaba una lluvia de asteroides visible desde Kepler 452b, mientras yo miro la lluvia de lunares que está a la distancia de una mesa de mall, los lunares de tus brazos que reposan en tu piel clara, junto a la risa incesante de la conversación que varía desde la pena, hasta las anécdotas familiares. Al otro extremo de mi locación, un niño iraquí llora la muerte de su madre, y a mi madre le llueven las deudas invisibles para mí. En la tierra de Japón, un estudiante espera con ansias el paso del tiempo, para ver la lluvia de pétalos de cerezos que caen a 5 centímetros por segundo. En otro sitio en una de las islas de Chiloé, una viuda observa la lluvia e imagina a su esposo cortando leña. Dentro de la mochila de una adolescente norteamericana, reposa el libro en el que llueve al mismo tiempo que el protagonista habla de su vida. Y la vida llueve en sus charcos lagrimales, esperando fluir por el exceso de agua, mientras siento el peso del mundo, mientras diviso los lunares de tu cuello, esa constelación opaca que navega tus células, como pozos de agua lodosa sobre el manto al que llamas piel

El bigote, la caja y el metro

¿Qué tienen en común un bigote, una caja y el metro? Si usted pensó en un hombre con bigote en el metro sosteniendo una caja, déjeme decirle que tiene una mente muy perspicaz. La única relación que tiene un bigote, una caja y el metro, es la historia que tienen en común. La historia comienza con un hombre que se sube al tren que sale de la estación plaza de puente alto, a las 07:15 am.
El 24 de marzo del 2010 prometía ser un día como cualquier otro, pero ocurrió un crimen antisocial en aquel tren. El gobierno encubrió la escena para no incentivar a las masas a actuar acorde al psicótico antisocial que provoco el accidente, el más efectivo y útil en la historia de chile.
El hombre abordó el tren, llevaba una mochila, un bigote grueso y lentes oscuros justificados por el sol mañanero del verano. Se baja en la estación sótero del rio, pega un sobre cerrado en un cartel publicitario, sale de la estación y toma la micro con el recorrido F12. Lo que sigue es un poco más tétrico: el metro al llegar a la mitad del trayecto entre una estación y otra, alcanza la velocidad máxima y comienza a disminuirla para detenerse en la otra estación. Lo que ocurre es que el metro donde estaba el hombre minutos atrás, no disminuye su velocidad, debido a que el primer vagón del tren explota matando al chofer, a los pasajeros y fundiendo los controles de la cabina.
El metro avanza sin detenerse ni disminuir su velocidad,  descarrilándose y volcándose sobre algunos pasajeros que esperaban al metro en el andén de Vicente Valdés. Se cuenta un total de 137 muertos y otros 200 heridos aproximadamente. El único sospechoso después de casi un año de búsquedas e interrogaciones, fue el hombre con bigote y mochila, solo por el hecho de no ser encontrado, solo por haber desaparecido de la faz de la tierra sin dejar rastro ni identidad; no hubo forma de descubrir que ocurrió realmente.
Los hechos se confirman al leer la carta dejada en el metro antes de que saliera el hombre de la estación: “no depender”, junto con un símbolo parecido al de un espiral. Las suposiciones investigativas dicen que el hombre en su mochila tenía una caja, que la sacó y dejó bajo los asientos junto a su mochila.
Al salir abandono a propósito la caja bajo los asientos, nadie notó que algo había dejado, la hora punta camufla todo lo evidente.  Se puso la mochila al hombro y salió. El disfraz era tan bueno que no lo descubrieron, la bomba estaba programada para explotar en ese punto exacto en que el metro va a máxima velocidad. El hombre sigue prófugo.

Entonces, ¿que relación cree usted que existe entre un bigote, una caja y el metro?

Brunch

Dos hombres caminan a una distancia prudente de 78 metros, uno viene del este y el otro del sur. Los hombres recorren el desierto radioactivo, saltean escombros, esquivan cadáveres pútridos, esqueletos deformes. El cielo verde brillante les soba la cabeza, el sol a la mitad brilla en un tono rojo y amarillo.
Los hombres se encuentran en la puerta de un restorán en ruinas. Se saludan tomándose el codo. Toman asiento en la única mesa en pie.

Irupé: me gusta su abrigo de cuero de panda

Yaguatí: gracias, es usted muy amable

Irupé: ¡¿Los cumplidos le hacen sentir bien?! ¡Mesero!

Mesero: ¿Dígame?

Irupé: ¿Que va a pedir señor Yaguatí?

Yaguatí: Aun no me decido señor Irupé

Irupé: Bueno, yo quiero un gorrión con hormigas

Yaguatí: Ah en ese caso a mi deme una ensalada de vidrio con tuercas

Mesero  ¿Desean algo para beber?

Irupé: Yo quiero un vaso de aceite con grasa

Yaguatí: A mi deme jugos gástricos con esencia de uva

Mesero: Perfecto, enseguida se lo traigo

Irupé: Tienes hambre al parecer

Yaguatí: Ese es el mal del hombre, un hambre insaciable

Irupé: Si si, ahora que lo pienso, hambre y hombre tienen solo una letra de diferencia

Yaguatí: Yo y  tú tenemos varias de diferencia, pero tenemos dos en común

Irupé: ¿Dice usted entonces que las similitudes son más importantes que las diferencia?

Yaguatí: Digo que los cadáveres exhalan perfume

Irupé: Yo digo pues que el hombre es el hambre así como tú eres a la muerte

Yaguatí: Ahí vienen nuestro platos, ¿ahora qué?

Irupé: Ahora dispara y démosle fin al absurdo

Yaguatí: No puedo disparar, tengo una venda en el brazo

Irupé: Cédeme los honores entonces

Yaguatí: Magnum y fin

Irupé: Fin


miércoles, 5 de agosto de 2015

Un universo sobre ti

Algunos observaron el fenómeno sin darle mayor importancia, lo único que pudo observarse fue como el cielo comenzó a tragarse al mundo, fue como si todo se opacara de golpe, las luces dejaron de brillar, las sombras estelares invadieron todos los lugares donde tenían acceso. La gente se oculto en sus hogares, no se abrían ni las puertas ni las ventanas, Internet entonces se volvió el único medio para socializar. La gente temía ser tragada por la oscuridad, veían a personas salir de casa y no volver jamas, pero no era oscuridad lo que llego a la tierra ese día, si no que fue el mismo universo quien se volcó sobre la tierra.

Se podían ver nebulosas bajo el mar, en la carretera corrían los cometas dejando su estela de polvos galácticos y brillantes. Se veían galaxias sobre los cerros y todo estaba junto. Los que se atrevieron a salir de casa pudieron montar un trozo de roca y conocer otros mundos. Alguno navegaron con las nebulosas, otros simplemente se perdieron dentro de super novas, otros viajaron por hoyos negros y otros fueron a pintar el nuevo cielo que parecía un lienzo recién comprado. 

Loop

observas en medio de la lluvia que estas rodeado de gente, el ruido, las gotas que caen por tus contornos, el vaso de vino que salpica de vez en cuando por aquella gota traviesa. entonces consideras que la lluvia puede venir de cualquier parte, que quizás el agua que cae sobre tu cabeza es la misma que se encontraba en el quisco, cuando leías la tregua y observabas el mar, entonces notas que siempre has mirado al mar con respeto, con temor, y piensas que te gustaría saber que es lo que tienen los poetas chilenos con el mar, que tantos sentimientos y muertos pueden exhalar en su superficie, cuantos libros tendrán retratada su espuma etérea y su silencio.
tus amigos te conversan y tu te ríes, a carcajadas, y piensas que no te gusta reírte a carcajadas, que las risas pequeñas son suficiente para ti, pero te es inevitable derramar las risas, y en un segundo te ves a ti mismo como a Jesús, o como al Quijote. entonces continuas riéndote, de lo que piensas y de lo que pasa y de lo que escuchas; hablas, das ideas, te mueves de aquí para allá, buscando personas para decirle algo tan ínfimo, tan pequeño, pero tan grande para ti, que es como si tus palabras se perdieran en las sombras, se ocultaran en tus bolsillos y tomas vino, y fumas aunque ya no fumas, te gusta fumar, dices, pero no estas seguro, no sabes si es vicio o amor al arte, así funciona esto ¿o no?

finalmente tu amiga de la vida, con la que llegaste, te dice que se vallan, y tu aceptas, cordial, sumiso, servicial, y ella llama al taxi y se fuman otro pito en la entrada, entran a la casa, te pasa unas frazadas y te recuestas en el sillón, piensas que estabas en medio de la lluvia, que estabas rodeado de gente, con ruido, piensas en las gotas que caían por tus contornos, en el vaso de vino que salpica de vez en cuando por aquella gota traviesa, entonces consideras que la lluvia...

miércoles, 15 de julio de 2015

Mapocho

Él quería un dinosaurio, no uno de plástico como los que sus padres le habían comprado, de esos ya tenía unos mil, el quería uno de verdad, con escamas y dientes filosos, quería uno grande como un edificio, en el que pudiera montarse y jugar, destruir algún edificio, hacer ondas en los vasos de agua, que la gente respetara a su bestia y a la vez, le tuviera cierto cariño, porque tenía planeado ser un justiciero dinosauril, de esos que atrapan ladrones y villanos.
Le contó a su papá lo que quería, y mientras se lo decía, su padre pensaba en la ternura de su hijo. El niño le seguía describiendo las características de su criatura y el padre, sin titubear, le dijo: esas cuestiones están extintas, pero puedo comprarte una réplica si quieres.
El niño, dando cuenta de la inutilidad de su padre en sus planes, decidió ir a buscar su dinosaurio, ver la forma de volverlo real, así que preparo una mochila, tomó un par de billetes que escondía su madre en el dormitorio, agarró su tiranosaurio de plástico, y partió en busca de la bestia.
El niño recorrió muchos caminos, tomo muchas micros y transitó varias calles, siempre comía en un lugar diferente, se encontró con otros niños que buscaban cosas, uno quería encontrar a su amigo imaginario, otro quería encontrar a su padre, a otro incluso se le había extraviado su mascota. Una vez, se encontró con un adulto que buscaba algo, y eso a él le parecía raro, porque pensaba que los adultos ya tenían todo lo que necesitaban, decía: apenas uno se vuelve adulto, consigue lo que quiere.

Su búsqueda no duro mucho, porque una vez arrancando de unos señores vestidos de verde, se tropezó en el puente que cruza el Mapocho, soltando sin querer a su dinosaurio de plástico, que cayó al agua casi sin hacer ruido, lo que el niño no esperaba, es que las aguas químicas de aquel cause, convirtieron las moléculas del dinosaurio de plástico, y las volvieron de carne y hueso, su cabeza comenzó a crecer y crecer, rompiendo el puente donde estaba el niño, haciéndolo caer maravillado, la gente empezó a gritar y correr, en todas direcciones. los autos chocaban en todos lados, la gente intentaba huir despavorida y el caos era tan grande, el ruido tan fuerte y la bestia tan enorme, que se veía y se escuchaba desde todos los rincones de Santiago. Su cola tenía el largo de toda la alameda, y era tan alto como el cerro san Cristóbal,  el niño con una sonrisa en su rostro, estiro los brazos hacia la criatura, dejando como último pensamiento, que la imaginación, puede convertir la cosa más pequeña, en la sorpresa más grande.

Pequeños mundos invisibles dentro del planeta tierra

La inundación partió en la tarde, ya estaba anocheciendo y la gente estaba dentro de su casa entrando en calor, refugiándose de la lluvia casi nocturna de la ciudad. En verdad no era una inundación, para un humano al menos no, pero para los seres que sin invisibles para nosotros sí lo era. Los enanos aprovechaban de sacar a pasear a sus mascotas, ahora que las personas no podían molestarlos. Algunos pasearon por los ríos de las veredas montados en sus lombrices, otros pasearon a sus caracoles, otros más extravagantes sacaron a pasear a sus sonidos, un enano en particular, llamado Eduardo el grande (lo llamaban así por medir medio milímetro más que el resto), tenia de mascota el sonido de un rio, y aprovecho la inmensa lluvia para que se sintiera a gusto con el entorno.

Habían también enanas en este pueblo que nadie podía divisar, las enanas suelen ser más extravagantes que los enanos, y es por eso que las enanas no tenían mascotas, pero si disfrutaban de otras cosas. Un grupo de enanas se sumergía en las gotas que quedaban sobre las flores, otras se dejaban arrastrar por los ríos de las veredas hasta llegar a los lagos de las intersecciones de las calles, pero había una, la más mágica de todas, que se llamaba Karina la silenciosa (la llamaban así por tener fama de hablar solo cuando era preciso, quedándose casi siempre con la última palabra y hablando solo cuando creía necesario, por eso todos la escuchaban). Karina no tenía ningún tipo de mascota, así que disfruto de los sonidos de la lluvia y de la risa de los enanos que se oían como chasquidos en el suelo. Y así, bajo un trébol de 3 hojas, Karina se durmió pensando en las miles de estrellas que solo ella podía escuchar.

jueves, 9 de julio de 2015

Dudas

¿cuantos sentimientos caben dentro de una tecla del computador?, ¿cabrán las mismas que dentro de una lagrima? ¿serian entonces sentimientos mas grandes que un planeta? ¿que una galaxia? ¿que una constelación?, ¿que mi reflejo?
quizás no cabe ninguna por que aquella tecla con algún jeroglífico esta ya repleto de otras cosas, o por que sencillamente dentro de su naturaleza no caben sentimientos, ahora, ¿seria posible que un ser humano pueda ser como una tecla de computador?
claro, los humanos jamas están vacíos, entonces, podrían sobrecargare de sentimientos hasta no sentir nada?, ni la lluvia que le cae en la cara, ni el aroma del almuerzo de domingo, ni sus propias palpitaciones, borrar el mundo estando ahí, atado al infinito, sin mirada concreta y con la respiración en pausa.

¿sera posible entonces convertirme en una tecla de computador?

martes, 23 de junio de 2015

Ansiedad

No sé cómo llegue a estar acostada a las 4 de la mañana, en una cama que no conozco bien y que, tiene un olor particularmente siniestro, casi frio.
No sé realmente que haces en el baño a esta hora, con la luz de la pieza encendida y sentado en la tina observándome, mirando las desnudes de mi cuerpo, yo mirando al vacío veo más en ti de lo que tú mismo logras divisar en tu cama, bajo mi cuerpo, o sobre él, que se yo.
El problema no es la frigidez de mi cuerpo, ni que yo lo observe desde el rincón más luminoso de la pieza, ni siquiera estar muerta significa un problema para mí a estas alturas, porque, lo que comenzó como un whisky en un bar barato de Santiago, se convirtió en ti estrangulándome una vez que me disponía al sexo, no me lo esperaba, no mucho al menos.
Te reías con el vaso pegado a la boca, no se veía ni una sola miserable estrella en el cielo, y la luna parecía una uña recién cortada, la conversación iba y venía entre las cosas que nos gustaba hacer, con una música horrenda de fondo que más de una vez putiamos por arruinar ese instante.
Luego caminamos hasta tu departamento, la calle se vaporizaba con la humedad sucia de Santiago, el edificio se podía ver desde los pies del cerro, lo que hizo del trayecto un recorrido intrépido por las venas oscuras de bellavista, entonces la oscuridad nocturna te hacia ver misterioso. Pensabas, no sé qué, pero sé que lo hacías, la mirada fija al suelo, desviándola hasta ver la mano que se enraizaba con la tuya, al dedo gordo de uñas largas que te acariciaba una parte de la mano que no tiene nombre, y si lo tuviera, sería un nombre horrible, como todas las cosas que desconocemos.
La puerta no tenía nada de raro, madera oscura, el pasillo solo tenía una luz minúscula que alumbraba el trayecto hasta tu puerta, pero casi no nos tocaba cuando llegamos y sacaste las llaves, abriste y lanzaste los zapatos hacia el sofá. Repetí la acción como quien se deja domar con unas copas de whisky, y entonces, solo entonces pudiste relajarte, y suspiraste en el sillón mientras yo me sacaba el vestido.
Deduje tu rutina al verte dar los mismos pasos una y otra vez, al lavarte la cara y las manos como quien toma a un bebe por primera vez, y entonces solo entonces desataste la furia sobre mi cuello, y no me resistí, deje fluir tu furia como un rio, entonces me convertí en el lago de tus deseos ocultos, reprimidos, y fui por un instante, la cúspide de tus anhelos, el silencio de tus gritos, la victima de uno de tus tantos crímenes.
Me había recostado en tu cama sin consultarte, y te pensaba, pero más pienso en ti ahora al verte tocarme, al verme azul y escucharte sombrío, besarme el pecho y sonreír, reírte a carcajadas y tocarme. Te veo en sombras a lo lejos, te siento cerca mientras mi cuerpo frio absorbe tu calor sudoroso, húmedo. Gimes, gimes en la habitación con mi cuerpo muerto sobre tus sabanas arrugadas. Te veo y me deshago, me voy con el viento y entre la luz de fondo veo que terminas, y te vas a lavar la cara, sonríes, satisfecho, me metes en una bolsa negra y ya no quiero ver, no soporto ver más, y no entiendo ni quiero entender como fue el amor que depositaste en mi cuerpo azul, en mi nocturna ausencia de respiración, lloro invisibilidad y veo tu espalda, abrazas mis contornos y duermes, y yo me borro, me hundo en el suelo hasta ver desde abajo mi espalda y tus brazos aprisionando mi envase.

El abismo lleno de tus victimas me atrapa, me sostienen sus almas al fondo de tu cuerpo, entonces creo vislumbrar el amor obsesivo, tu mirada desde lo lejos seleccionándome entre tantos otros cuerpo, y como te acercaste tímidamente, implantaste curiosidad y sin sospecharlo acabe muerta, atrapada por el necrofílico sueño de mi captor, y en ese mismo abismo dejo de existir.

miércoles, 29 de abril de 2015

Bendito Seas

Si tuviera los ojos cerrados no sabría cuál es el objeto que choca contra mi lengua y mi paladar, un objeto frío y con sabor a metal, pero los parpados los tengo pegados a la frente, y observo todo, desde el cañón, recorriendo el camino hacia una mano fina, pálida, hasta ver un rostro llorando y chillando palabras, dudando de sí misma. Más atrás, sobre su hombro, otro rostro, cubierto por una sabana, de piel pálida y pelo oscuro, gritando con la misma intensidad, pero con rabia, con los ojos fijos sobre mi rostro, enraizada al piso exclamando que debo morir.
El comienzo, confuso como la infancia, nuestras familias eran evangélicas, y sus padres murieron un par de semanas después de presentarnos, nos anunciaron que nos casaríamos cuando tuviéramos la mayoría de edad, así que pasamos cada segundo de nuestros primeros años juntos, éramos inseparables, pero el viaje al sur cambio todo. Eran las vacaciones de verano y mis padres decidieron mostrarnos una iglesia en el sur de castro, en Chiloé, donde según lo que nos contaron, dios había mandado una señal, trizando el rostro de la virgen por la mitad, demostrando su falsa imagen, al principio no entendíamos mucho, en verdad no entendíamos absolutamente nada, pero en aquella iglesia comenzó nuestro romance verdadero.
La iglesia era entera de madera, con un suelo que crujía de forma pausada, estaba vacía, pero abierta, teníamos acceso a todo, y como nunca habíamos pisado una iglesia católica, nuestra infante curiosidad nos llevó a los rincones más extraños de esta. Hacía frío y estábamos registrando el lugar donde guardan las hostias, cuando mi papá nos llama y nos muestra la virgen. El amor fue instantáneo, su imagen nos maravilló tanto que ambos comenzamos a llorar, sus ojos nos transmitían un calor insoportable, su tez blanquecina nos irradiaba una ternura vomitiva y nos lamentábamos que estuviera trizada a la mitad, “hijos, no adoren jamás la imagen falsa de esa mujer”, decía mi papá mientras nosotros sin poder contener los sollozos nos abrazábamos, estirábamos nuestras manitos hacia ella y tratábamos de tocarla.
El resto no interesa mucho, basta con decir que mi padre y mi madre tuvieron que sacarnos a rastras de la iglesia, y luego en la cabaña nos llovieron golpes, golpes que no nos dolieron absolutamente nada, golpes que más bien reforzaron nuestro amor a la virgen.
Nos escapábamos después de clases para ir a ver a la virgen, y hasta compramos una chiquitita de yeso, a la que le conversábamos en la noche. No eran  palabras sordas, un día nos dimos cuenta, después de que el director nos sorprendió escondidos en el baño, hablándole a la virgen, y le pedimos a ella que por favor nos salvara de lo que se venía: el director no alcanzo a llegar a su oficina cuando le dio un paro cardíaco, fue ahí cuando empezamos a escucharla.
Al comienzo fueron peticiones fáciles de llevar a cabo, comernos una biblia, golpear a los sacrílegos que no creían en ella, ese tipo de cosas. Pero luego todo se tornó más complicado, asesinar al pastor de mi iglesia, asesinar a mis padres, quemar la iglesia, secuestrar a unos mormones y torturarlos, tareas que llevábamos a cabo con planes que mi compañera ideaba en base a lo que la virgen le contaba, los cuales yo ejecutaba. Éramos la familia perfecta.
Con mi compañera nos habíamos vuelto un bello matrimonio, incondicional, dormíamos juntos, nos besábamos a escondidas , por que la virgen nos decía que hacíamos mal, que la carnalidad era mala para nuestras almas, y que nosotros debíamos alcanzar el cielo con lo que ella nos decía, con lo que ella nos mandaba y nos mostraba. Pero nuestro amor era incomprensiblemente más salvaje, no podíamos dejar de mirarnos, aunque eso implicara dejar a María de lado.
Hicimos el amor un 16 de julio de 1996, luego de quemar una iglesia evangélica en las cercanías del cerro alegre en Valparaíso. De ahí en adelante María no nos dejaba tranquilos, nos prohibió estar cerca, nos alejaba contando cosas privadas para cada uno, secretos celestiales que nos abrirían las puertas del infierno, nuestro amor era grande, pero el miedo hacia la virgen era mayor. Nuestra relación de amor y miedo hacia María nos llevó a una distancia toxica, asfixiante.
Pasaron los meses y en noviembre, mientras preparábamos las cosas para estallar la catedral evangélica de Santiago, mi esposa confeso que estaba embarazada, frente a mí, frente a María, llorando, apretándose el vientre, recogiéndose en sí misma, como queriendo introducirse en su propio cuerpo y desaparecer. La virgen se volvió histérica, la trato de puta, de pecadora, le dijo que pasaría sus días en el infierno, y apuntándome con el dedo me dijo: “tú la condenaste, tú mismo te condenaste a los abismos del infierno.”
El último plan se llevó a cabo el 25 de diciembre de 1996. Llegamos a casa a recostarnos felices, caminamos tomados de las manos mientras un estruendo brillante nos cubría la espalda, le bese la frente y le acaricie el vientre, sabíamos que a pesar de todo la virgen nos dejaría entrar al cielo, “te amo” pronunció, un poco asustada. Lloré de alegría.
María nos esperaba en el mismo rincón brillante de la casa, el único lugar con luz en toda la edificación, nos sentamos a hablarle, pero no parecía tan conforme como nosotros, le dijo a mi esposa que era momento, que debíamos entrar al cielo a descansar, a vivir por la eternidad bajo el ala de Dios. Entonces ella se levantó, y de detrás de la virgen sacó el revólver, cuyo cañón tengo en mi boca. María chillaba que disparara contra mí, mi esposa no podía, la noche era magnifica, el agujero en el techo me permitía ver la estrella polar, me permitía ver a Dios mismo esperándome. Ambas gritaban, una diciendo que dispare pronto, la otra diciendo que no podía, que su amor era tan grande como ella, que su amor hacia mí era incluso más grande que dios, entonces, retirado el cañón de entre mis dientes, le sonreí, le dije que lo hiciera, que el paraíso nos esperaba, que no dudara de la virgen, que somos una familia perfecta. Silencio.


Solo queda Reir

Mírese al espejo, piense en sus actos, no llore, no sea ridículo. Yo sé que es estúpido, no se preocupe, no es malo, su vida probablemente es un asco, lo sé, todos los que han entrado están igual, le insisto en que no llore, no se ridiculice más de lo que esta, asuma su estupidez, viva conforme, como todos los demás, sin fastidiar, sin volverse un hito de internet, sin desanimarse a la vida, está siempre trae cosas buenas, se lo digo para que no se mate, eso le trae problemas a los otros, es un trámite engorroso, nadie va a querer vestirlo señor, y le insisto, DEJE DE LLORAR, NO SEA MARICON

Bulto

Cuando la última de mis huella deje de existir, cuando atraviese un valle de muertos con el olvido enraizado en mis pies, y me detenga sobre el bulto conocido, riendo observare mi cuerpo, frío, humeante, silencioso, aullando una risa enferma, desesperada, triste, lograre comprender que el objetivo último de mi vida está realizado. Cuando esté ausente de toda existencia, alejado de todos los rostros dactilares en mi cerebro, estaré yo, rodeado de árboles secos, comprendiendo que mi cuerpo, al igual que una estrella a punto de estallar, seco sobre la laguna de mi cerebro, repitiendo una y otra vez los nombres de quienes olvide, y ellos no sabrán que ese era el objetivo único, olvidarse para ser olvidado. entonces, ausente de todo rastro mental que pude crear, nadie recordara esta existencia, en medio del universo, congelándose, una estrella enana a punto de estallar para formar una nueva galaxia, ese día será el de mi muerte.

miércoles, 7 de enero de 2015

Reencontrar

eres más valiente que yo
no cabe ninguna duda
las estrellas
son solo estallidos galácticos
que cree un día para ti
cada una
con un color diferente
cada una
con un nombre distinto
yo invente el sol
lo admito
pero de tu cuerpo salió la luna
a ti se te ocurrió
explorar lo inexplorable
invente el fuego
para verte en la noche
le di vida a Freud
para que pudieras verme
soy un ente invisible
incapaz de tocar las cosas
sin que una lluvia toxica
destruya la ciudad
no puedo observarme
ni en un espejo
ni en un simple reflejo
no puedo tocarme
estoy imposibilitado
surgen rayos
tormentas eléctricas
te aventuraste al mundo
hiciste uso de tu valía
sacrifique mis pulmones
para darte un día más de oxigeno
no puedo vivir
respiro huracanes
siembro bosques
camino solo
en la niebla
o bajo el sol
te busco
bajo cierto algoritmos
que se me ocurrió una noche
trazo líneas en un mapa
buscando tus huellas
buscando tu aroma
el de esa tarde de invierno
bajo la lluvia
cruzando nuestros dedos
por un segundo mas
tu alma y la mía
buscan y no encuentran
el jardín del edén
el mismo que quemé
para verte en la noche
en que todo terminó
eres más valiente que yo
exploras lo inexplorable
y yo destruyo

lo indestructible

Advertencia

Tuve el sol en la mano
no me quemó
solo dejo una marca
una manchita borrosa en la palma
no sé si de mi mano o de la tuya
lo que es cierto
(y es de lo único que doy certeza)
es que el sol quiso decirme algo
pero yo no pude escuchar
habían otros murmullos
otro pequeños ruidos afuera de la pieza
como las conversaciones del metro
esas que no se pueden seguir
pero que están ahí de todas formas
el murmullo venia de la luna
de su superficie para ser más precisos
(al mundo le falta precisión)
no era un ser muy grande
más bien pequeño en verdad
lucia preocupado
me advertía de algo
no sé de que
el sol gritaba mas
a fin de cuentas
el sol era yo
y tu

un diminuto ser en la luna

Blues

H-Siempre nos imagine en los 70, escuchando un blues, cantado por cualquier sujeto, tomándonos un whisky, riéndonos
M-Pero no estamos en los 70, así que da lo mismo
H-No tanto, podríamos remontarnos a la época
M-¿A si?, cómo?
H-En vez de un bar, podría ser mi departamento, y en vez de tomar café podríamos tomar whisky, un Jack daniels
M-Si, podría ser, pero ya estamos en el café, y pedimos recién
H-Si claro, no tendría mucho sentido cambiar el menú a estar alturas
M-Además, dijiste que tenías que contarme algo
H-No pensé que querrías ir al grano tan directamente
M-¿Que pretendías? ¿Que habláramos como antes?
H-No, para nada.  Simplemente conversar
M-Entonces estoy perdiendo tiempo
H-No, no, siéntate, ya llegaremos a lo que quiero decirte, pero imagínate la escena, tu y yo, en un bar, con un hombre tocando el saxofón, mientras se nos entibia el whisky, con dos hielos flotando en la superficie, derritiéndose de a poco, muy de apoco
M-Yo no tomaría whisky
H-Bueno, entonces otra cosa
M-Un vodka a lo mejor
H-Bueno, entonces tu tomando un vodka, yo con una camisa blanca y un sobretodo húmedo por la lluvia
M-¿Por qué con lluvia?
H-Porque se me ocurre, ¿tienes alguna mejor idea?
M-Con lluvia está bien
H-Tú con un vestido rojo, o negro, como quieras, sosteniendo el abrigo con una mano en tus piernas, la otra acariciando el vaso.  Nos reímos
M-¿De qué?
H-De cualquier cosa, no sé, de la inflación
M-En chile no pasaban esas cosas
H-Da lo mismo, que importa lo que pasaba en chile en ese tiempo
M-A alguien le debe importar
H-A ti te importa?
M-No mucho
H-Entonces da lo mismo
M-¿Realmente viniste a contarme una historia?
H-No, pero es un bueno comienzo
M-Sí, pude ser un buen comienzo
H-Tus hijas ¿cómo están?
M-Bien, pero yo sé que a ti no te interesa saber de mis hijas
H-Eso no lo sabes
M-No, pero lo supongo
H-Okay, lo supones, eso no quiere decir que sea cierto
M-¿Me vas a preguntar de mi marido ahora?
H-Si, quizás
M-…
H-¿Cómo está tu marido?
M-Trabajando, llega a dormir
H-Mala la cosa entonces
M-Podría ser peor
H-¿Podría?
M-Que lata hablar de esto
H-¿Por qué?
M-Porque yo sé que no quieres saber de él, ni de mis hijas, ni de lo que ha pasado todo este tiempo
H-¿Por qué preguntar entonces si no quisiera saber?, si pregunto es por algo o no?
M-No sé, tu siempre dijiste que las personas suelen ser estúpidas, aunque no quieran serlo
H-Osea que soy un estúpido por preguntar por tu familia
M-Probablemente
H-Si. Probablemente
M-¿Ves?
H-¿Que cosa?
M-Que te comportas de manera estúpida
H-Es lo razonables después de todo este tiempo
M-Tu no eres estúpido, no es razonable que actúes así
H-La gente cambia
M-La gente no cambia
H-Tu pelo es de otro color
M-Sabes que no me refería a eso
H-Es un cambio de todas formas, te queda bien
M-Si sigues asi me voy a ir
H-A okay, perdón, tienes razón, la gente no cambia, y no es necesario que pongas cara de fatalidad por unas simples preguntas
M-Es que si vine es para hablar de cualquier cosa menos de mi familia
H-Entonces viniste a hablar,  hablemos de otra cosa, no hay problema
M-¿De qué?
H-No sé, pregúntame algo
M-No tengo nada que preguntarte
H-Osea que no te interesa saber que ha pasado conmigo estos 10 años
M-Estas vivo, ¿que mas podría interesarme?
H-No sé, si he estado con alguien o si me cambie de trabajo o si publique algo nuevo o si mis viejos sigue vivos, que se yo
M-No tengo para que, tu Facebook ya dice mucho sobre el tema
H-¿A si? Osea que me indagaste vía internet
M-¿Por qué eres tan exagerado’
H-No es exageración, me llama la atención simplemente que ya hallas investigado de mi
M-Es un perfil publico, es lo que haría alguien normal ¿o no?
H-Sí, pero no somos normales
M-Si lo somos
H-Se supone que yo era el pesimista
M-La gente cambia
H-La gente no cambia, insisto. Señorita, traiga dos cafés más por favor
M-Estoy bien así, no quiero otro
H-¿Agua, jugo, algo?
M-No nada, gracias
H-Solo un café entonces
M-¿Era necesario el coqueteo?
H-Es una camarera, sonreír no es coquetear, es cortesía
M-Si claro…
H-¿Te molesta acaso?
M-No, es cosa tuya
H-¿Entonces?
M-Entonces nada. ¿a que me trajiste?
H-Mis viejos murieron el año pasado
M-…
H-Chocaron en el auto, fue caótico ese día, hacía mucho sol, en enero, murieron al tiro
M-Disculpa
H-No tranqui, ya está superado el asunto
M-¿Estaban bien antes de eso?
H-Si, agotados por la vejes no mas
M-Que mala
H- están mejor ahí, enterrados, tranquilos
M-¿Eso es lo que uno busca o no?
H-Si, creo que si, tranquilidad en medio del desastre, así se sintió cuando fui a reconocer el auto en la calle
M-…
H-…
M-…
H-No es lo que te quería contar en todo caso, quería que lo supieras, siempre se acordaron de ti
M-¿De verdad?
H-Sí, fuiste muy importante en mi vida, obvio que se iban a acordar
M-No quiero hablar de esto
H-Si sé que es denso pero, es necesario creo yo
M-Lo dudo, el dolor no es necesario
H-Eso lo dije yo alguna vez
M-Tenías razón, mucha
H-¿Entonces por que estas con alguien que no te quiere?
M-No es por mí ni por el
H-Los hijos tampoco son un bueno motivo, menos ahora, los compromisos de esa índole no son necesarios
M-Que sabes tú, ni siquiera te pudiste comprometer con lo “mas importante de tu vida”
H-Eso es diferente, las cosas fueron más complejas de lo que creía, y me di cuenta después
M-No debería haber venido
H-Pero viniste, osea que querías escuchar lo que iba a decir o simplemente querías verme
M-Ninguna de las dos
H-Algo debe ser, uno jamás hace las cosas porque si
M-Yo si
H-Nadie
M-Siempre analizas a las personas y siempre te equivocas
H-No siempre, además errando uno aprende mas
M-O sufre más
H-las dos
M-Me voy
H-Quédate un rato más
M-No, me tengo que ir, ni siquiera sé por qué vine
H-Déjame decirte, por favor
M-Suéltame la mano
H-Ya, perdón, pero en verdad es importante

M-No sé, no me interesa

Se Dice

Se dice que era escritor, que era un poco obsesivo y que le costaba hablar con sus vecinos. Pero no era eso lo importante, en verdad él no era para nada importante, sus poemas eran malísimos, era un poeta de la calle, según se decía. De esos que no tiene idea de métrica ni de teoría literaria y que, aun así, escribe. Se dice que grababa lo que se le ocurría y que después lo transcribía en poemas de un solo párrafo, sin puntuación, jamás usaba mayúsculas. Un crítico le dijo una vez que mejor se dedicara a otra cosa, que sus imágenes eran pobres.
Se dice que eso lo llevo a la desesperación, pero nadie nunca lo pudo confirmar. Se dijo también que se tatuó un poema suyo, en toda la espalda, una mancha negra, como de aceite, media borrosa, un párrafo enorme con el título al final. Se dice que el titulo era “la muerte”, pero nadie nunca leyó el poema, solo se leía el titulo cuando cortaba el pasto o pintaba la casa. Se dice que la pintaba todos los meses, por que tenía que “renovarse”. Se dice que a sus amigos los invitaba de forma regular, por eso no sospecharon de él, también se comentaba que quería dejar su obra inconclusa y que esos párrafos de malos poemas eran todos interminables, que su obra era tan grande que no cabía en un solo poema, que su idea era tan magnifica que no se podía describir, lo dijo así mismo, en un almacén una vez que alguien le pregunto cómo estaba.
Un amigo me dijo que estuvo una hora contándole sobre su obra al señor del almacén, que lo tuvieron que echar para que se callara, se cuenta que se suicidó en la plaza, esa que estaba atrás de su casa y que la tierra quedo toda roja, se dice que la municipalidad lo tapo con un resbalín, porque su sangre era tan corrosiva que no se pudo limpiar.
En el diario dijeron que en el living estaban los cinco cuerpos colgados del cuello, con cortes en los brazos, y bajo cada uno un poema sin título, decía que los escritos eran ilegibles, que estaban todos desordenados y que las palabras eran puestas casi al azar.

Todos se olvidaron de él, pero se dice que nadie arrendo la casa después, que tuvieron que demolerla, que por eso pusieron ese supermercado. Una cajera dijo que lo escuchaba en la noche, que penaban ahí, con los pocos poemas que se encontraron de él. Se dijo que daba lo mismo, que nunca sería importante. En efecto nunca lo fue, la noticia solo salió en el diario de la junta de vecinos, ese que solo compra la gente de la junta de vecinos, se dice que cerraron el caso y que las animitas están ahí en la calle, las cinco juntas, en la plaza no hay nada de él. Solo queda el resbalín que cubre su sangre corrosiva, se dice que nadie escucho el disparo en su cabeza, se dice que nunca existió.

Mariposa Monarca

Yo tuve la culpa, de eso no hay ninguna duda, yo comencé la seguidilla de asesinatos de la villa, sin ninguna razón en particular, o quizás sí,  es que se me da bien el ser el dominante del lugar, resalto, yo decido la remanencia del mundo, suena absurdo, pero no es tan absurdo si lo logro explicar. El mundo está en un desorden caótico, las cosas cuando se les excede hasta un punto enfermizo se logran estabilizar, así funcionan las fuerzas, y las acciones, cada acción provoca una reacción igual y contraria, de eso se trata, si impulsaba al mundo a lo enfermizo, volverían todos al orden gracias a la reacción contraria que se supone tienen las cosas. Yo sé que me quieren muerto, que las cosas que hice fueron horribles, imperdonables, pero sin mí no van a entrar al cielo, eso ojala lo tengan claro.
Le ofrecí un dulce y me dejo entrar a la casa, osea no eran dulces, eran cigarros, o más bien era marihuana, o no sé, que importa, entre y culiamos, gritaba mucho, eso me molestaba, después hablo de sus amigas, ahí se me vuelve confuso todo, sé que ella me molestaba mucho, su presencia, su forma de hablar y sus cahuines me molestaban de sobremanera, así que fui al baño y la llame, y ahí la ahogue con el wáter, fue graciosa la imagen porque ella tenía el culo al aire, la cabeza en el wáter y las rodillas peladas, desde la cama se le veía la raja, me reí harto, después limpie todo y me fui, nadie cachó, culparon al pololo, igual el weon se lo merecía. Eso quizás estuvo un poco mal, pero era lo que ella necesitaba, un poco de silencio, solo eso, mi papá me dijo que estaba bien, el me aconsejo hacerlo, yo solo elegí la forma, una violenta y absurda forma de resolverlo, era el perfecto pie de inicio.
Otra cosa que quiero dejar en claro es que a la pendeja yo no la viole, porque jamás le metí el pene, las violaciones me parecen absurdas,  yo la toque no más, el otro weon la penetro, yo lo vi y me masturbe con la escena, después con el jale el weon le pego, la mina se puso histérica, así que la mate, el loco de puro susto agarro un cuchillo, se resbalo y se lo enterró solo, igual es un poco mi culpa, yo los drogue en primer lugar, pero eso no amerita lo tonto que fue todo, así que descuarticé al cabro pa que no lo pillaran. En la carretera siempre andan perros callejeros, así que espere a que se lo comieran y lo que quedo lo enterré por ahí, no sé dónde, nunca encontraron esas partes de cuerpecito enterradas como tesoros, cacharon porque un perro se tragó un dedo y después lo vomito en una calle, aunque no encontraron nada más, imagino al ataúd con el dedo anular en medio, y todos llorando alrededor, yo pase por afuera en el velorio, pero me dio paja entrar, tenía que hacer weas ese día.
Yo queme la junta de vecinos, fue de puro mandril, así que da lo mismo, andaba medio tripeado ese día, tengo la memoria confusa. cuando pase después, me di cuenta que se quemó un bombero intentando sacar a un perro, me dio lastima el perrito, el bombero no tanto porque no sé quién es tan imbécil de meterse a un incendio pa sacar a un perro, en fin, yo la quemé y seguí prófugo un tiempo, es bacán verse en las noticias, como que más ganas me dieron de desordenar el mundo, de estabilizarlo a cómo debería ser, así que les hice un favor a todos los weones miserables de la villa. Soy como un ángel, ¿no cree?
Decidí ahí hacer un tag, como una señal, así como Batman, pero yo no quería un murciélago de mierda representándome, tenía que ser un animal, algo simétrico, que representara el balance, el equilibrio, así que elegí una mariposa, y cada vez que pasaba algo, había una mariposa dibujada, ya sea con sangre, con pelo o con mierda, la mariposa era lo importante, y funcionó bien, como que todos empezaron a odiar a la mariposas, y tenían razón en hacerlo, de lejos son bonitas, pero de cerca son como polillas naranjas llenas de pelo y con una trompa asquerosa que me recuerda a indiana jones, aunque indiana jones me recuerda más a mi viejo, el maricón le pego a mi vieja hasta que ella se lo comió, se fue presa y el loco tenía la culpa, igual quería a mi viejo, sin él no sería nada, me dejo harta plata pa hacer weas. Desde ahí que mi viejo me acompaña a todos lados, como si lo llevara en la sangre, en los oídos, en el estómago después de ese almuerzo con mi vieja.
Después me metí en cosas más profundas, una junta neonazi que mataba maricones en la calle, igual era penca, ellos no tenían la culpa de ser así, y yo los entendía, me hubiera gustado tener a uno de amigo. El Bruno andaba con unas cadenas y los otros locos con pistolas y cuchillos, yo agarre un palo con alambre de púas, me enseñaron a matarlos sin que los pillaran, así que me sirvió juntarme con ellos, me echaron después de haberle metido el palo por el ano a un maricón, después supe que se llamaba Cristian, pero da lo mismo el nombre, o no tanto, porque me lo tatué después, fue choro porque le metí el palo cuando todavía estaba vivo, y grito caleta, tuvimos que arrancar de los pacos, nunca más me dejaron entrar a las juntas del Bruno, así que me puse a quemar más weas.
Una vez fui a chicureo y queme la casa de un empresario, fue la raja porque entré como por la ventana y salió un rottweiler, me lo pitié de un puro cuchillazo en la nuca, ni pelea dio el perro maricón. Entré y amarre al empresario y a su señora, los obligué a ver cómo me tiraba a su hija, y es que ver cómo los padres suplican por sus hijos es un acto profundamente interesante, y la pendeja intentaba arrancarse y le pegué hasta que se le fue la conciencia, no sé si murió, osea, murió pero no sé si murió ahí mismo después de tirármela, los viejos llorando con escandalo rogaban que los dejara tranquilos, que me llevara la plata, pero yo no quiero plata, eso es pa weones enfermos y como dije, yo solo quería ordenar el mundo. Así que vi de lejos como se quemaba la casa y el humo negro y los gritos, todo se quemaba, la explosión del gas fue lo mejor, voló mucho metros en el aire, como los voladores que tirábamos cuando chicos con mi primo en año nuevo, la mariposa la dibuje con las tripas del perro, quedo bonito, pero no lo mostraron en las noticias.

Ahí todavía me andaban buscando, y un paco me pillo en la carretera, me quería puro pegar un balazo, pero yo soy súper elástico, como hiperlaxo, así que me pase las esposas por debajo y ahorqué al culiao en un semáforo, nadie cachó, porque era de noche, me robé la patrulla y la quemé también, ahí olí la carne del paco, es raro como huele la carne humana, una mescla entre carne de cerdo y pollo. Después me pillaron, cacharon las huellas y como andaba en la carretera no tenía para donde arrancar.
En el diario leí un poema, era corto, de un viejo que cumplia 100 años o algo asi, aquí en la cárcel escribo poemas ahora, me quedan bonitos, un loco se enamoró de mí, el weon me lo quería meter, así que me lo pitie con un cuchillo artesa que hice con los fierros de la cama, todo lleno de sangre y los weones asustados, hipócritas de mierda, andan robando y se ponen a llorar cuando ven a un maricón desangrarse, le voy a mostrar el poema, para que se acuerde de mi ahora que soy famoso. ¿Se lo leo?, ya:
A través del universo
Que no es más que caca
Me alimento con gusto
Al igual que las mariposas
Se alimentan de cadáveres
Sepultados como flores
Por mi propia mano


¿Ve que es bonito? Ahora dígame, ¿logre salvar el mundo? 

Recuerdo Cosmico

Yo estaba jugando play, los pacos llegaron sin que nadie se diera cuenta, rompieron todo, como una mala sorpresa, como de película. Me taparon la cara y nos llevaron a todos, lo último que vi fue a mi vieja llorando de susto, con la esponja llena de espuma de lava lozas en las manos y un paco tapándole la cara con un saco.
Me interrogaron en un lugar extraño, tenía un sedante en el brazo y estaba en una caja de vidrio, como la que tenía el hámster de mi casa, había unos cables que marcaban mi pulso, al menos eso deduje después de mirarlo un rato.
Las preguntas parecían ser de rutina, nada fuera de lo común, además, no entendía muy bien que pasaba. Como me llamaba, que hacía, cuantos años tenían, etc., después el hombre salió, entro un doctor y no me acuerdo de nada más.
Afuera las noticias eran alarmantes, y claro, no me entere de nada hasta que me soltaron. Llego la presidenta a mi jaulita de vidrio, llena de guardaespaldas, todos armados. Dijo que contara todo, me explicaron que una nave espacial había aterrizado en la moneda, que preguntaban por mí en código binario.
La sorpresa fue grande, pensé que era una broma, pero tanta parafernalia no tenía sentido si solo querían asustarme, me informaron que habían mandado fotos mías, que era de seguridad mundial, que tenían que entregarme.
No puse resistencia, en el fondo no tenía miedo, al menos no hasta que vi la nave, era enorme, duplicaba el porte de la moneda y había número levitando frente a la entrada. La nave flotaba y tenía luces por un montón de partes. Las luces me enfocaron, un grupo de militares me apuntaba, otro grupo apuntaba la nave, todo era rarísimo, se sentía como un sueño.
Levite, la luz me atraía, y no pude mantenerme en el piso, fue como estar bajo el agua, una luz blanca, como el flash del teléfono, se abrió una puerta y un ser con un traje espacial me dio un globo dorado, tenía una nota en la punta.
Lo tome, y ahí todo tuvo sentido, fue el globo que tire en el funeral de mi tata. Tenía 10 años cuando murió, mi mamá me dijo que le escribiera algo, que mandáramos un globo al espacio. La nota decía: nos vemos.

Llore, pise tierra llorando, y la nave, se fue, y la muchedumbre se fue, y lo único que quedo fue un niño, con un globo que le lanzo a su abuelo en las manos, nadie quiso nunca preguntarme nada, el miedo los dejo a todos medio locos, pero no importa. Ahora pienso que a lo mejor eso es el cielo, un grupo de aliens sin rostro, túmulo de personas sin cara.