martes, 18 de diciembre de 2012

Ella

nebulosa de sus ojos, ese universo irrespirable y ambiguo, desesperante de misterio y sufrible por su lejanía y cercanía a la vez, sus labios rosados y finos, pintados por la punta de mi lápiz y dibujado por la gracias divina, cual fina movilidad al habla cautiva y atrapa la gracia ajena de su secreto amado, su risa dormida y su sonrisa oculta, llora su corazón ardiente en deseo, su aroma natural te roba el aliento, ya no hay retorno, ya te ha(z) enamorado.



Extra:
ve a la felicidad como a un cigarro, a ver si la nicotina es la que te alegra cuando se acabe.

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