jueves, 20 de diciembre de 2012

Sonne

la suave hiel de tus pasos, camina sobre mi, no detengas tu odio por mis gritos, continua con el suplicio ascendente, aniquilame con tus lagrimas, destrozame con tu cielo y tus palabras, amarrame con tus dedos y déjame ser el títere que te escribe poesía, déjame retratarte con mis palabras, déjame acariciarte con mi respirar, déjame ser el cuaderno y tu la tinta, déjame ser cualquier cosa, hasta un dios podría ser para observarte, para estar en tus sueños, lo único que pido, es que no me dejes.


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