anoche tuve un sueño, un sueño luego de muchos años, soñé con una dama de piel pálida y una medianamente larga cabellera que salia de su cráneo misterioso, ella me abrazaba como suplicándome compañía me besaba y sentía su amor, era de esos sueños tan bellos que quería despertar, me daba asco saber que no era real, me mire al espejo una vez que desperté asustado y me pinte el rostro, salí a atrapar sonrisas, un hombre cansado me dijo: ¿como es posible que sonría sabiendo que todo es gris?, ¿que realmente todos se burlan de usted?
con una gran sonrisa le respondí amistoso: puede que tenga la mayor tormenta sobre mi cabeza, pero aprendí a sonreír, con sonrisas ajenas.
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